¿POR QUÉ SIEMPRE ME PASA LO MISMO CON LOS HOMBRES?

¿Sientes que repites una y otra vez los errores del pasado?

Aunque te das un tiempo entre relación y relación ¿siempre caes en el mismo patrón de relación?

¿Te preguntas “por qué me pasa esto”?

¿Te sientes identificada con al menos una de estas preguntas?

Sigue leyendo

👇

Hace tres años Lora estuvo saliendo con Ian, un chico que no la respetaba, pues las cosas tenían que ser siempre cuando y como él decía sin importar lo que ella quisiera…. 

¿Y si no? La obligaba.

Si Lora había quedado con una amiga para salir a dar un paseo y él se las cruzaba por la calle la obligaba a irse con él y dejar a su amiga allí.

La cogía del brazo, o se la echaba al hombro y se la llevaba sí o sí. Era un chico alto y fuerte.

Daba igual lo que ella opinase.

En varias ocasiones intentó cortar la relación con Ian. Pero él se negaba, y ella sintió que no podía dejarle.

Le tenía miedo. Aunque nunca la había pegado era un chico duro y dominante. 

Hasta que un día, harta de esa situación, se armó de valor.

Le pidió a su amiga Loli que la acompañase por temor a la reacción que él pudiera tener.

Loli se escondió detrás de unos arbustos, por ahí cerca, para que Ian no la viera mientras Lora hablaba con él para ponerle fin a la relación.

Lora había estado un año saliendo con Ian. La relación comenzó con palabras bonitas y detalles tiernos, pero pasado un tiempo se transformó en una pesadilla.

Desplantes, exigencias, control, críticas, desvalorizaciones, falta de empatía….

Este cambio de actitud sucede más a menudo de lo deseado. Las personas intentamos enseñar nuestra mejor cara, todas nuestras “luces”, cuando iniciamos una relación.

Pero pasado un tiempo salen las sombras.

¿Te ha pasado que empiezas a quedar con alguien y al principio todo es perfecto y de repente sale “su verdadero carácter”?

¿Si? 

A mí también me ha pasado 😱

Lora acabó su relación con Ian y la vida siguió, pero de todas las relaciones nos llevamos algo.

Lora se llevó de la relación que mantuvo con Ian una autoestima muy debilitada, con todo lo que eso conlleva:

Cuando pasamos por situaciones negativas y no logramos superarlas estas se utilizan en cargas emocionales , que afectarán a nuestras relaciones presentes y futuras.

Es lo que yo llamo la mochila emocional que cada una llevamos.

Aquí la pregunta que más me suelen hacer las mujeres a las que acompaño con mi servicio método Equilibrio es:

¿Cómo sé si he superado algo?

Porque, en este punto, es más fácil de lo que crees caer en el autoengaño y decirte:  “no, si yo ya lo he superado, a mi esa persona ya me da igual” ....

Ya…. Puede ser que te de igual ... pero ¿Lo has superado de verdad? 🤔❓

Para descubrirlo haz la siguiente prueba

👇

Te invito a que hagas ahora este pequeño ejercicio de introspección ...

Para saber si realmente lo has superado o, por el contrario, has caído en la garras del autoengaño hazte las siguientes preguntas, sigue las instrucciones y responde CON HONESTIDAD:

¿Cómo me siento cuando pienso en esa persona o en esa situación?

¿Me enfada pensar en ello? ¿Me siento triste? ¿No quiero ni pensarlo?

No respondas aun 🙌🏻

Cierra los ojos.

Ahora vuelve a preguntártelo con los ojos cerrados y siente lo que pasa en tu interior, es decir observa las sensaciones de tu cuerpo mientras te lo preguntas (sobre todo en la zona de la garganta, estomago y abdomen).

¿Notas que se ha revuelto algo en tu interior?

Si esa persona o esa situación aún te revuelve algo por dentro.

Siento decírtelo, no lo has superado.

Imagínate que te clavas un cristal en la mano y en vez de curar la herida la tapas con una tirita para no verla.

Pasado un tiempo probablemente esté mucho peor.

Sin embargo si sacas el cristal, limpias la herida y la desinfectas todos los días, pasado un tiempo se curará, cicatrizará y dejará de doler.

Lo mismo pasa con las heridas emocionales.

Hay que mirarlas, hay que limpiarlas y curarlas.

Si las guardas en la mochila para no verlas, para no sufrir y ... 

¡Hala! A esperar que vayan solas ...

Te asegura que no lo harás. Te acompañarán y probablemente afectarán al resto de relaciones que tengas después.

Creo que a nadie en su sano juicio se le ocurriría clavarse un cristal y hacer como si no hubiera pasado.

¿Tú lo harías?

Yo tampoco.

Entonces... ¿Por qué lo hacemos con nuestras heridas emocionales?

Por 2 motivos principalmente:

• Primero porque los seres humanos tenemos una tendencia natural a evitar lo que nos duele.

• Segundo por desconocimiento, nadie nos ha enseñado a curarlas adecuadamente, por desgracia en nuestra sociedad aún hay mucha falta de inteligencia emocional.

Lora guardó en su mochila su dolor y su tendencia a culparse y juzgarse duramente, la inseguridad, el miedo a quedarse sola y esa sensación de falta de valía.

Y esto se convertiría en su brújula para la siguiente relación.

Cuando después de dos años empezó a salir en serio con Iñigo, lo hizo con su mochila puesta.

Se sentía tan insegura y tan poco merecedora de ser querida que no se dio cuenta de cómo era Iñigo.

Cómo decía un famoso psicólogo:

Iñigo era un chico testarudo, como Ian, las cosas tenían que ser cuándo y cómo él quería si no la amenazaba con dejarla.

Ante esas amenazas las heridas de Lora se reactivaban y por su causa ella habría hecho lo que fuera con tal de que Iñigo no la dejase, a pesar de que la relación iba mal.

Es lo que pasa cuando no soltamos el lastre emocional que llevamos en nuestra mochila.

Aquí quiero hacer un breve inciso, cuando en una relación se amenaza con la ruptura es ejemplo claro de chantaje emocional.

Y esto es un indicativo muy evidente de que la relación es disfuncional.

Y eso pensaba Lora, pero esto es cómo lo de la mora... si no sabes de qué hablo mira este artículo de como salir de relaciones tóxicas.

Pero aunque lo diga el refranero popular no es cierto, no funciona así.

Piénsalo fríamente.

¿Qué prefieres? ¿Lo bueno o lo malo?

Mejor arriesgarse a conocer lo bueno que hay en el mundo que quedarse con lo malo que ya conocemos.

O acaso meterías la mano en agua hirviendo (lo malo) si no quieres quemarte intencionadamente?

No, ¿Verdad? No, tiene sentido

Pues con lo malo conocido es la misma historia, no tiene sentido.

Pero la historia de Lora no acaba aquí, después de un tiempo la relación con Iñigo acabó. Por suerte.

Pero por desgracia dejó más heridas que acumular en la mochila.

La autoestima de nuestra pobre Lora se debilitó aún más a su lastre añadió:

El problema de Lora es que nunca se planteó abrir la mochila y mirar lo que iba amontonando, prefería acumularlo, mirar para otro lado y esperar que desapareciera por arte de magia.

El tiempo no va a curar por sí solo nada, si no sacamos ese cristal que hay en nuestro corte.

Es más, el tiempo puede infectar la herida si no hacemos nada para sanarnos y con el tiempo la infección se puede extender.

Porque como te decía en el artículo de "Cómo salir de relaciones tóxicas"

Nos relacionamos desde lo que llevamos dentro y esto se manifiesta en el vínculo con los demás.

Lora dejó que el tiempo pasara, sin hacer nada para curar sus heridas, y cuando empezó su siguiente relación junto a su mochila bien llena obviamente fue mal.

Cuando la carga es más grande que nosotras empezamos a tener la sensación de que:

• no somos nosotras nosotras mismas

• de que hacemos las cosas en contra de lo que queremos

• empezamos a no entender cómo hemos llegado ahí

Y esto genera mucha ansiedad (aunque a veces no seamos conscientes de ella).

¿Por qué me pasa a mí? 

¿Qué estoy haciendo para merecer esto? 

Se preguntaba.

Y se sentía víctima de las circunstancias sin darse cuenta de que estaba siendo cómplice de las relaciones que construía.

Entonces Lora y yo nos conocimos.

Empezamos a trabajar juntas. Descubrió el mindfulness y por qué es tan importante practicarlo.

El término “mindfulness” quiere decir ser plenamente consciente de lo que está sucediendo aquí y ahora.

Sin el postureo de “eso yo ya lo he superado”, sin juicio por no haberlo superado.

Observando lo sucedido desde la compasión y el perdón.

Lora descubrió que su forma de comportarse no era espontánea ni libre, sino que estaba condicionada por el miedo a volver a sufrir.

Pero ...

¿Cómo lo hago? ¿Cómo suelto el lastre del pasado?

3 PASOS PARA SOLTAR EL PASADO Y PODER CONSTRUIR RELACIONES SANAS

REFLEXIONA SOBRE TU PASADO PARA DESCURIR LOS PATRONES QUE CREASTE

Hacerte consciente de los patrones antiguos te ayudaría a liberarte de ellos.

Recuerda que el primer paso del cambio siempre es hacerte consciente, descubrir, porque lo que desconoces no lo puedes modificar.

Necesitas comprenderte compasivamente, con curiosidad amistosa para soltar esa mochila y dejar de lado la culpa.

Con Lora analizamos sus relaciones anteriores para ver qué se había llevado de cada una de ellas (porque el amor además de sentirse también se piensa).

Dicen que el amor no se piensa, solo se siente. Pero un amor que solo se siente se estropea y se vuelve tóxico.

CONECTA CON LAS EMOCIONES DIFÍCILES DEL PASADO

Los seres humanos tenemos la tendencia a querer evitar sentir las emociones negativas.

Aquí tengo que decirte que no hay emociones buenas o malas, todas las emociones tienen una función, así que vamos a llamarlas a partir de ahora displacenteras o difíciles.

Es necesario conectar con lo que sentimos en el pasado para comprender cómo se formaron los patrones disfuncionales que arrastramos hasta nuestro presente.

PERDONAR

Este paso es muy importante. 

El pasado no se puede cambiar, no vale de nada culparse por lo que hicimos.

En vez de eso plantéate empatizar contigo misma para comprender desde la curiosidad evitando juzgarte, en la medida de lo posible, porque actuaste de esa determinada manera.

A través de una técnica profunda de meditación guiada de mindfulness formal , con Lora buscamos que es lo que la llevó a actuar como lo hizo, qué miedos, deseos y motivaciones la llevaron a hacer las cosas de la manera en las que las hizo.

Comprender ese “porque hago lo que hago”.

Desde una actitud compasiva (y esta actitud es fundamental) comprendió que hizo lo que en ese momento, desde su nivel de consciencia, pensaba que era la mejor solución a sus problemas.

Así consiguió aprender de ello para no caer en los mismos patrones, liberarse de las cadenas de la culpa y soltar la mochila que la acompañaba.

Cuando ella cambió y sus relaciones cambiaron.

Recuerda siempre:

Estos son algunos pasos para empezar a soltar el último de la mochila emocional que vamos cargando a lo largo de nuestras experiencias.

Pero el trabajo es mucho más complejo.

Si crees que estás arrastrando las heridas del pasado a tus relaciones y has podido notar que repites patrones parecidos de relación en relación te recomiendo que busques ayuda cuanto antes con mi programa o con otro profesional.

Me encantaría que con este artículo pudieras tomar un poco más las riendas de tu vida y de tus relaciones.

Personalmente, igual que a Lora, lo que más me ha desgastado en el pasado es caer todo el rato en los mismos patrones y no tener herramientas para saber qué me pasaba interiormente y qué hacer para poder cambiarlo.

Por eso creé mi servicio de acompañamiento personalizado, para que cada vez seamos más mujeres conscientes de que podemos construir las relaciones sanas y reales que deseamos .

Reserva una sesión de valoración conmigo gratuita.